Técnica de Flexografía. Ventajas y factores a tener en cuenta.
La flexografía es un sistema de impresión que se realiza gracias a un autorelieve que contiene un cliché con el diseño que se necesite. Generalmente, se usa como impresora rotativa para envases, y paquetes de todo tipo para el sector alimenticio, entre otros.
Esta técnica proviene de la xilografía, y permite una personalización del producto enormemente rápida y barata. Te explicamos como funciona y sus ventajas.
¿Cómo funciona la técnica de flexografía?
La técnica requiere de maquinaria compleja, y de personas muy preparadas en la impresión y en las técnicas de personalización. Aunque, en esencia es un método físico muy sencillo, se necesita de un desarrollo cuidadoso y detallado.
Para poder realizar esta técnica, necesitas de varios instrumentos:
- Una impresora, que generalmente es rotativa.
- Tintas especiales que son translúcidas y líquidas.
- La plancha, también denominada cliché.
El proceso de impresión
El proceso es bastante sencillo. Depositamos la tinta sobre un rodillo, que está fabricado en caucho. Este contiene unas microperforaciones hechas a láser, las cuales recogen la tinta y la pasan al siguiente rodillo que contiene el cliché.
Seguidamente, este cliché (en el que estará el diseño en negativo) presionará la superficie que quiera imprimirse dando lugar al diseño final.
De esta manera, tendremos el producto personalizado en un momento.
Aunque el proceso es sencillo, queremos mostrar varias características que son interesantes:
- La plancha es de un material flexible y se adapta fácilmente a cualquier soporte. (como en el caso de la técnica tampográfica). Los clichés están compuestos de fotopolímeros que las hacen sensibles a la luz, y que mejoran el detalle del diseño.
- Las tintas se secan muy rápidamente. Además, al ser translúcidas, los colores se suman, es decir, dan lugar a los colores del diseño final sin necesitar tintas de todo el valor cromático.
- Las planchas se adaptan a superficies rugosas, por lo que pueden personalizarse cartones de huevos, etiquetas para alimentos y cualquier bolsa, por dar algunos ejemplos.
Ventajas de la flexografía
Como habríais podido intuir, esta técnica es increíblemente barata y más sencilla de realizar. Aunque la inversión inicial sea más cara, esta será mucho más económica a la larga. Además, dado el carácter sencillo de los clichés, no costará ningún dinero la entrada en máquina; como si ocurre en la serigrafía y la tampografía.
Asimismo, permite la producción al por mayor de todos los productos que admita la máquina. Esto, se traducirá en unos costes increíblemente bajos en comparación con otras técnicas.
Por el contrario, en sus desventajas, encontramos que se requiere de mano de obra muy cualificada, de las que muchas empresas carecen. Además, tiene limitaciones en cuanto al tamaño mínimo del diseño.